Mojeras en ciencia

Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia: Aprender y Amar

La curiosidad como motor del conocimiento

Recuerdo cuando era niño y alguien me dijo que la curiosidad era el camino hacia el conocimiento. No lo entendí del todo en aquel momento, pero con el tiempo, me di cuenta de que la verdadera esencia del aprendizaje no es solo descubrir nuevas ideas, sino también sentir la pasión de quienes nos precedieron. Hay nombres que resuenan en la historia de la ciencia: Marie Curie, Rosalind Franklin, Margarita Salas. Mujeres que dedicaron sus vidas a descubrir lo que otros no veían.

Pero el reconocimiento de las mujeres en la ciencia no ha sido un camino fácil. Durante siglos, sus aportaciones fueron invisibilizadas, sus nombres olvidados en los libros de historia y sus logros atribuidos a otros. Aun así, con una perseverancia inquebrantable, lograron abrirse paso y sentar las bases para las generaciones futuras.

La ciencia y la pasión por el conocimiento

No es solo una cuestión de reconocimiento; es también una reivindicación de la vida misma. Porque aprender no es solo acumular conocimientos, es transformar nuestra manera de ver el mundo. Y en esa búsqueda, en ese afán de entender y cambiar la realidad, hay algo profundo y humano: el amor por lo que hacemos.

Cada mujer que ha dedicado su vida a la ciencia ha tenido que superar obstáculos inimaginables. Muchas tuvieron que luchar contra normas sociales que les impedían acceder a la educación, enfrentarse a prejuicios y demostrar constantemente su valía en un mundo dominado por hombres. Sin embargo, su pasión fue más fuerte que cualquier barrera y su legado perdura hasta nuestros días.

Este tema me toca de cerca. Uno de los fundadores de nuestro proyecto, mi pareja y la madre de mi hija, es ingeniera química. He visto de primera mano lo que significa ser mujer en un campo que todavía hoy está marcado por desigualdades. La dedicación con la que enfrenta cada desafío, su capacidad para innovar y su compromiso con el conocimiento son una inspiración constante. Su historia me recuerda que detrás de cada mujer en la ciencia hay un esfuerzo que merece ser reconocido y celebrado.

Niñas que sueñan con cambiar el mundo

Pienso en las niñas que hoy miran el cielo preguntándose qué hay más allá de las estrellas, en las que desmontan juguetes para ver qué hay dentro, en las que sueñan con curar enfermedades o encontrar nuevas formas de salvar el planeta. Ellas son el futuro de la ciencia, pero también el reflejo de todas aquellas que, antes, no tuvieron la oportunidad de demostrar su genio.

Es fundamental que las niñas de hoy crezcan con referentes femeninos en la ciencia. No basta con recordar a las grandes pioneras del pasado, sino también visibilizar a las mujeres que actualmente lideran proyectos innovadores, dirigen laboratorios y descubren nuevas formas de mejorar la vida en la Tierra. Cada vez que una niña ve a una científica en acción, se abre una puerta de posibilidades para su propio futuro.

Ciencia y justicia: un mundo de oportunidades

Cuánto amor hay en una vida dedicada a la búsqueda del conocimiento, cuánta entrega en cada descubrimiento que mejora la vida de otros. Hablar del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia es hablar de justicia, de oportunidades y de un mundo donde aprender y amar sean dos caras de la misma moneda. Porque al final, no hay ciencia sin pasión, y no hay pasión sin el deseo profundo de dejar una huella en el mundo.

Pero no basta con celebrar este día, hay que actuar. Necesitamos más programas educativos que fomenten el interés por la ciencia en niñas desde una edad temprana, más becas para apoyar sus estudios, más espacios en los que puedan desarrollar sus talentos sin miedo a ser discriminadas. Solo así lograremos que la equidad en la ciencia deje de ser un sueño y se convierta en una realidad tangible.

Saludos 👋

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